Palanca de cambio: El impacto de la tecnología en la educación superior

El impacto de la tecnología en la educación superior

La revolución digital está cambiando las formas de vivir, estudiar, trabajar y relacionarnos. Actualmente, y de manera acelerada tras la crisis sanitaria del coronavirus, las personas estamos conectadas a través de herramientas y dispositivos de manera exponencial y sin precedentes. Sin duda, el impacto de la tecnología en la educación superior ha sido de gran envergadura y las instituciones están experimentando cómo las nuevas tecnologías son capaces de aportar soluciones innovadoras a sus necesidades y transformar sus modelos de enseñanza apostando por la personalización y la colaboración entre las partes. Con este lema basado en hacer de la gestión del cambio una oportunidad de reinvención, 5 expertos de las firmas tecnológicas más importantes se reunieron el pasado 25 de noviembre para debatir sobre los retos en digitalización que asume la universidad española.

El encuentro, transmitido en streaming, en directo y con una elevada participación de representantes de los sectores universitario, administrativo y empresarial, se centró en las declaraciones de 5 expertos respecto al estado en el que se encuentra actualmente España en materia de transformación digital, los cambios educativos que se han tenido que afrontar a causa de la pandemia y los retos aún pendientes para que sea posible una verdadera alfabetización digital.

En concreto, María Álvarez Caro (Manager de Políticas Públicas de Google), José Fernando García Ródenas (University Programmes Spain Leader de IBM), Luis Miguel Olivas (Director Educación, Empleabilidad y campus 42 de Fundación Telefónica), Montserrat Pardo (Directora de Relaciones Institucionales de Microsoft Ibérica) y David de San Benito (Responsable de Global Partner Strategy and Engagement de Cisco) pusieron en común los avances que se han hecho durante los meses de pandemia en materia de transformación digital de la enseñanza, los desafíos pendientes y las oportunidades que brinda la tecnología en materia formativa.

Las palabras inaugurales del debate CYD “El impacto de la tecnología en la educación post Covid-19” estuvieron a cargo de Sònia Martínez Vivas, Directora Gerente de Fundación CYD, quien además de dar la bienvenida a los 5 ponentes y a los asistentes de este encuentro online, reconoció los aportes de la virtualidad en la formación superior y, particularmente, en la universidad española.

Relación y convivencia entre tecnología y educación superior

Los expertos tecnológicos coincidieron ante la primera pregunta de Tomás López Morales, consultor de comunicación estratégica y corporativa, colaborador en EL PAÍS Retina y moderador de este debate: el impacto de la tecnología en la educación ha sido exponencial en el último tiempo, mientras que el aceleramiento de la digitalización irá cada vez más fijando sus propias reglas y dinámicas con el fin de lograr un alto nivel de productividad.

La tecnología ha jugado un papel clave durante la pandemia y cumplirá un rol esencial en la recuperación económica. Así lo sostuvo María Álvarez Caro, Manager de Políticas Públicas de Google, quien emitió sus primeras palabras reconociendo que nadie pone en duda el papel fundamental que ha desempeñado la tecnología. “Desde Google hemos estado ayudando a las instituciones académicas, incluida la enseñanza superior en la universidad, a apoyarse en la tecnología para permitir la educación a distancia a través del uso de herramientas colaborativas para el aula basadas en la computación en la nube, garantizando así la continuidad de la educación y permitiendo a los alumnos ser más eficientes y productivos. Probablemente, el modelo hacia el que vayamos sea híbrido y semipresencial, no sólo en la universidad sino también en las oficinas. Es fundamental sentar los pilares para definir un modelo productivo y económico sostenible, preparando a la fuerza laboral para los retos que se nos presentan”.

“En Google vemos la educación de una manera holística, como un reto a todos los niveles y basado en competencias digitales. La Comisión Europea confirma que el 43% de las personas entre 16 y 74 años carecen de competencias digitales básicas y ese es un reto de la agenda digital 2025 para llegar al 80% de la población capaz de tener estas habilidades. Además, debemos reducir brechas como la de género: hay pocas mujeres en carreras universitarias STEM, con una presencia femenina inferior al 20%, problema que existe en España pero también en los países del entorno”.María Álvarez Caro, Google.

Según detalló José Fernando García Ródenas, University Programmes Spain Leader de IBM, la pandemia ha generado un proceso de aceleración de algo que ya estaba pasando, sumado al hecho de que “la globalización, la digitalización y las redes sociales están produciendo cambios fundamentales en las cadenas de valor y los modelos de negocio de las empresas, lo cual exige un esfuerzo muy grande a las entidades educativas para adaptarse y ser cada vez más importantes en la creación y mantenimiento de una fuerza laboral bien formada y adecuada a las necesidades de cada país”.

“La misión principal de las universidades debe ser formar profesionales que luego puedan servir al mundo laboral y a las demandas sociales. Desde IBM estamos apoyando a las universidades en la parte de investigación, abriendo todo nuestro catálogo de patentes hasta el 2023 para que lo utilicen en cualquier tema relacionado a la Covid-19. También hemos formado un gran consorcio para investigación con supercomputación. La idea es acelerar la investigación para que se puedan obtener resultados concluyentes en tiempos cercanos”.José Fernando García Ródenas, IBM.

Luis Miguel Olivas, Director Educación, Empleabilidad y campus 42 de Fundación Telefónica, también sostuvo que hace años se viene trabajando en un cambio de los modelos educativos y de aprendizaje, el cual se ha acelerado estos últimos meses de la mano de la digitalización. Sin embargo, también admitió que “la pandemia nos ha obligado al ‘sálvese quien pueda’, generando caos social y educativo. Los centros no tenían herramientas suficientes y los docentes no estaban preparados en competencias. La clase presencial la hemos intentado poner detrás de la pantalla, pero así no funciona”.

“La tecnología nos genera grandes oportunidades y se encuentra intrínseca en nuestro día a día pero por sí sola no funciona, sino que necesita una metodología adaptada. Ahora mismo hacen falta otros procesos de cercanía entre el mundo analógico y el digital. El docente debe convertirse en facilitador del aprendizaje con nuevas herramientas y en un nuevo entorno para que los alumnos puedan recibir diversas fuentes de información más allá del docente y según diversos ritmos de aprendizaje”.Luis Miguel Olivas, Fundación Telefónica.

En sintonía, Montserrat Pardo, Directora de Relaciones Institucionales de Microsoft Ibérica, reconoció que la tecnología ha llegado para quedarse y que la pandemia ha acelerado el trabajo que las empresas ya estaban haciendo sobre transformación digital del entorno educativo: “Hace unos meses que todos estamos aprendiendo, investigando y enseñando de manera muy diferente. En esta época marcada por la pandemia se han hecho cosas increíbles y en tiempo récord. Hemos pasado a un modelo de educación en remoto atravesando una revolución digital. En la siguiente fase, estudiantes y docentes necesitarán reimaginar todo lo que pueden hacer inspirados por la tecnología”.

“Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que más que nunca la clave está en la actitud y la empatía. Necesitaremos agudizar los sentidos para saber lo que tenemos que reconstruir o reinventar y aquello que es mejor dejar atrás. Este marco de excepcionalidad sanitaria ha permitido descubrir experiencias brillantes así como áreas de mejora. Pero para ello, necesitamos una triple hélice: instituciones, universidades y empresas tecnológicas. Debemos ser conscientes del aprendizaje continuo y de la necesidad de adquirir habilidades digitales en la nueva economía”.Montserrat Pardo, Microsoft.

En común acuerdo, David de San Benito, Responsable de Global Partner Strategy and Engagement de Cisco, consideró que “ya no hay vuelta atrás”, que la tecnología ha revolucionado todos los aspectos de la vida (incluida la educación) y que las empresas han volcado sus fuerzas para ayudar a las personas e instituciones a adaptarse a las nuevas directrices: “Ha tenido que ser una pandemia la que genere un cambio tan drástico en la manera de educar, algo que no pudimos hacer de otra forma en los últimos 20 años. Ahora el sistema educativo debe dar un paso adelante y valorar los aprendizajes del pasado”.

“Si bien es complicado predecir el futuro, intento ser optimista. Nadie duda del valor de la presencialidad pero ahora es tiempo de pensar en una presencialidad remota para que cualquier persona que no pueda desplazarse al campus pueda igualmente participar en las actividades. A las instituciones les hace falta salir de la gestión de crisis, que debe tener un principio y un final, y pasar a tener una visión más estratégica para saber lo que se quiere y puede ofrecer a los estudiantes”.David de San Benito, Cisco.

¿Adaptación o transformación? Resistencias al cambio y nuevo mindset digital

El siguiente módulo del debate se centró en compartir valoraciones respecto a la incorporación de la nueva cultura digital que están haciendo las instituciones, los cambios que está viviendo la comunidad universitaria y las dificultades tecnológicas que aún persisten como tareas pendientes en la educación superior.

“En primer lugar, reconocer el enorme esfuerzo que han hecho los directores educativos en términos de supervivencia. Sin embargo, el error fue pensar que esto sería algo pasajero y que duraría solo 15 días. Las instituciones, públicas y privadas, hemos tenido una visión muy cortoplacista creyendo que esto sería solo un par de semanas. Nos ha faltado previsión y consideración de que era una situación muy seria, y por tanto hemos llegado tarde. Que la tecnología es necesaria ya nadie lo duda, pero sí hay personas que aún creen que esto será algo pasajero y que volveremos al formato presencial de toda la vida”. Luis Miguel Olivas, Fundación Telefónica.

Al tomar la palabra, David de San Benito sostuvo que hay profesores más abiertos que otros a incorporar la tecnología como facilitador de la educación y que la resistencia tecnológica debería sobrellevarse con naturalidad, comunicando los beneficios que ella aporta: “Generar un cambio debe implicar un doble beneficio comparado con lo que se está realizando actualmente. Hoy en día hay impactos visibles, concretos y tangibles de lo que la tecnología puede generar en la enseñanza universitaria. Ya no es necesario dar una clase magistral sino tener herramientas para grabarla y que luego el material se pueda utilizar de manera fructífera y provechosa con los alumnos”. 

“En el mundo empresarial estamos habituados a la filosofía prueba-error, pero quizá este paradigma aún no ha llegado al mundo educativo. Soy partidario de la libertad de cátedra pero es cierto que hay profesores más abiertos a la tecnología y otros más reacios a ella, con lo cual debemos explicar los beneficios y acercarla a la situación de cada profesor explicándoles por qué mejorará su enseñanza y por qué vale la pena utilizarla. La digitalización se encuentra entre un tema tabú y lo que cada uno interpreta que puede hacerse de manera digital, pero las opciones son muy diversas”. David de San Benito, Cisco.

En concordancia, Montserrat Pardo sostuvo que la clave de la digitalización en la educación no está en la tecnología en sí sino en lo que profesores y alumnos pueden hacer con ella: “Con esta pandemia nos hemos redescubierto todos. Las universidades se han sorprendido respecto a cómo se ha acelerado la rotura de sus barreras al cambio. Actualmente, tienen mucho interés por personalizar los aprendizajes y mejorar el rendimiento académico, con lo cual tenemos motivos para la esperanza y un gran trabajo por delante”. 

“Las universidades se han dado cuenta de que la tecnología ayuda en la gestión institucional y en los procesos no solo operativos sino también pedagógicos poniendo a los profesores y alumnos en el centro. La situación extraordinaria nos ha hecho a todos trabajar en la misma dirección, alineados y con el mismo foco: instituciones, empresas, universidades y gobiernos. Eso es lo que debería quedar y en función de ello seguir trabajando. Ahora, más que nunca, debemos trabajar en conjunto y en aras del empleo: ver la educación para la economía y la empleabilidad”.Montserrat Pardo, Microsoft.

José Fernando García Ródenas compartió la visión de los ponentes considerando que la resistencia al cambio aún existe pero que actualmente está disminuyendo. 

“Se está empezando a comprender que la tecnología puede ser una buena palanca y que es posible utilizarla a favor de lo que se pretende hacer. El miedo a la tecnología sigue existiendo pero creo que ya no hay tanta reacción como antes y que además no hay más remedio que adoptarla. Falta información, orientación y conciencia de lo que se puede lograr con las herramientas tecnológicas en cuanto a oportunidades laborales, y por tanto creo que se debe acompasar mejor la oferta académica con las demandas del mercado”.José Fernando García Ródenas, IBM.

María Álvarez Caro admitió que la pandemia ha evidenciado una carencia en el “train the trainers”, es decir en la formación a profesores respecto a las herramientas tecnológicas.

“El 64% de los profesores demandan más formación en competencias digitales y si ellos no están preparados, difícilmente podrán trasladar el valor de la tecnología a sus estudiantes. En paralelo, la crisis sanitaria ha contribuido a acelerar el cambio en el mindset cultural ya que nadie discute el impacto de la tecnología no sólo en la educación sino también en las oportunidades profesionales. Ahora, lo importante es reconocer las disciplinas que están generando oportunidades de empleo y aquellas en las que existe el riesgo de automatización o desaparición”.María Álvarez Caro, Google.

Hibridación y personalización: hacia nuevos modelos de enseñanza

El tercer eje del debate online estuvo centrado en el papel que han jugado y están ejerciendo las empresas tecnológicas en cuanto a alfabetización digital, las aportaciones que brindan las herramientas digitales y las plataformas virtuales en la enseñanza superior, y el posicionamiento del blended learning (aprendizaje semipresencial) como nuevo modelo educativo. 

José Fernando García Ródenas (IBM) admitió que las universidades han atravesado un proceso coyuntural de adaptación a la pandemia y que ahora les toca transitar un camino profundo de transformación digital, el cual empieza por considerar el campus no solo como un espacio físico sino como un ecosistema digital: “Las entidades de educación superior tienen que reinventarse y, con todo lo que la tecnología provee, ser capaces de encontrar nuevas oportunidades de ingresos y buscar nuevos modelos de negocio para llegar a más alumnos, con perfiles diferentes y durante toda la vida bajo la filosofía lifelong learning que promueve el aprendizaje a lo largo de la vida y el permanente acceso a la educación”.

En paralelo, David de San Benito (Cisco) insistió en que el debate no debería estar entre la modalidad de la enseñanza (online vs presencial) ni del trabajo (teletrabajo vs presencial) sino en reconocer qué beneficios aporta cada canal/formato para el segmento determinado de estudiantes y/o profesionales: “La imposibilidad frente a la presencialidad es y seguirá siendo un reto. Vivimos un aprendizaje continuo para saber cómo sacar provecho de las herramientas tecnológicas que tenemos a disposición. Esta forma diferente de trabajar, estudiar y colaborar fomenta sin duda la diversidad en las empresas y universidades”. 

Montserrat Pardo enfatizó el poder que tienen los datos de comportamiento de los usuarios en el plano virtual y que gracias a su análisis será posible lograr diversos avances: “Saldremos de esta pandemia con muchísima más información respecto a la eficacia y la productividad de la educación y del trabajo en remoto. La gestión de los datos nos ayudará a estudiar y trabajar mejor a distancia, de una forma más productiva, colaborativa, personalizada y creativa. Desde Microsoft estamos comprometidos en ayudar a las universidades a que realmente generen personas preparadas para el empleo y para ello, ofrecemos propuestas de reskilling y también formación en capacidades blandas o soft-skills”.

Por su parte, Luis Miguel Olivas enfatizó en la metodología disruptiva e innovadora de campus 42; una iniciativa de Fundación Telefónica basada en un campus abierto a cualquier persona mayor de 18 años, gratuito y sin clases presenciales: “El estudiante decide qué aprender, cuándo, a qué ritmo y bajo un modelo de aprendizaje basado en retos y proyectos. Para acceder hay que superar 26 días de trabajo intenso para que quien llegue al final pueda formarse siguiendo una metodología colaborativa. Hay mucha gente que cae en el camino porque no tiene capacidad de sobrellevar la frustración y el autoaprendizaje. Los alumnos que sí entran nos vienen muy rebotados del sistema presencial ya que tienen otras inquietudes y les aburre el sistema de enseñanza tradicional”.

El futuro de la universidad y el impacto de la tecnología en la educación post Covid-19

Por último, los expertos de las firmas tecnológicas compartieron sus reflexiones respecto al impacto de la tecnología en la educación y sobre el futuro del sistema universitario español que, sin duda, estará conectado de forma ubicua y en el que predominarán nuevas iniciativas basadas en competencias y herramientas digitales, con el fin de conectar de manera más acabada las demandas de la sociedad con las oportunidades laborales y las propuestas formativas. 

La enseñanza online viene para quedarse y coexistir con la enseñanza presencial. En España, la educación reglada va a seguir siendo absolutamente relevante y debemos seguir pensando en la universidad como una palanca absolutamente necesaria para nuestro desarrollo como país”, aseguró José Fernando García Ródenas, University Programmes Spain Leader de IBM.

La mirada del Director de Educación, Empleabilidad y campus 42 de Fundación Telefónica, fue positiva respecto a las nuevas formas de aprendizaje y la capacidad de la tecnología de transformar la formación tradicional en un proceso continuo a lo largo de la vida. “Las reglas se siguen escribiendo cada día y debemos abrazar las oportunidades. La tecnología será un elemento que ayude a conseguir grandes oportunidades, la cual debe ser justa e inclusiva. Es el momento de las personas y nosotros debemos acompañarlas. La tecnología habilita pero las personas somos las que transformamos”, puntualizó Luis Miguel Olivas.

En sintonía, la Manager de Políticas Públicas de Google sostuvo que la crisis sanitaria está acelerando el proceso de transformación de la educación y que la computación en la nube (cloud computing) puede aportar productividad, eficiencia, innovación y creatividad tanto a las universidades como a las administraciones públicas. “Para lograrlo, subrayar la importancia de la alfabetización digital y la reducción de brechas. Debemos reforzar la relación entre universidad y empresa y la colaboración público-privada, ya que esta transformación no la pueden lograr solo las administraciones públicas sino también las empresas, universidades e instituciones en general. Con esta mirada inclusiva podremos apostar por una educación más adaptada a la realidad del mercado laboral, que valore y ponga en el centro a la tecnología”, resaltó María Álvarez Caro.

Coincidiendo con la reflexión de los ponentes, el responsable de Global Partner Strategy and Engagement de Cisco trasladó a los asistentes una valoración positiva y entusiasta respecto al potencial de la digitalización sobre la enseñanza. “La presencialidad remota ha venido para quedarse y trae más beneficios que desventajas. Seguiremos enfrentando resistencias al cambio pero habrá más ejemplos sobre cómo la tecnología puede generar un impacto positivo en la educación. Necesitamos más alianzas público-privadas para hacer posible este cambio. Necesitamos planificación para pasar de una gestión de crisis a una gestión proactiva y estratégica que ponga a lo digital en valor, que tenga sentido y que de solución a los retos actuales”, afirmó David de San Benito. 

La revolución digital debe centrarse necesariamente en el bienestar, el progreso y la empleabilidad de las personas. Así lo declaró Montserrat Pardo: “Tendremos una enorme responsabilidad durante los próximos meses para reconstruir la economía y fomentar el crecimiento a través de la empleabilidad y la formación en nuevas competencias digitales. Los próximos 5 años se crearán más de 2 millones de empleos en tecnologías en España y existe una demanda urgente de formar talento cualificado en esas capacidades. Las universidades y empresas debemos colaborar más para ayudar a que sea posible. Si el empleo nace en las aulas, debemos colaborar entre todos para facilitar que así sea. Los invito a reimaginar el futuro juntos para salir reforzados de esta pandemia”, finalizó la Directora de Relaciones Institucionales de Microsoft Ibérica.

En el siguiente video, podrás escuchar las intervenciones de los expertos en el Debate CYD «El impacto de la tecnología en la educación post Covid-19».

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