Transformación digital en las empresas: «El cambio llegó para quedarse»

Cuál es la influencia de la Covid-19 en la transformación digital en las empresas

La palabra más pronunciada, leída y escuchada este 2020 ha sido “transformación”. Sin duda, la crisis del coronavirus fue un punto de inflexión en la manera en que todos nos relacionamos, trabajamos, nos formamos y disfrutamos del tiempo libre. En el plano corporativo, este concepto de conversión ha estado ligado a la transformación digital en las empresas ya que la Covid-19 se ha convertido en un elemento catalizador y acelerador de cambios mediante el impulso de diferentes iniciativas como parte fundamental de la supervivencia y éxito futuro de las organizaciones. En este reportaje, 5 firmas que forman parte del Patronato de Fundación CYD (Cuatrecasas, Havas Group, Iberdrola, Indra y Pascual) ponen en común los retos que han debido sortear, las estrategias implementadas y las apuestas que han hecho para reinventarse de manera ágil y repensar su modelo de negocio y de aportación de valor. 

Previo a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, la tecnología ya tenía un valor altamente estratégico para las empresas, aunque los últimos datos publicados por el INE sobre el gasto empresarial en TIC en España evidenciaban que esta cifra se había desplomado un 25% en 2019 (retrocediendo a niveles de 2015). La pandemia, y su consecuente impacto en los modelos operativos y de gestión, hizo que las empresas entrasen de forma inesperada y acelerada en un proceso de adaptación y reconversión, colocando a la lógica digital en el centro de todas sus interacciones y obligándolas a avanzar en su curva de adopción tecnológica de la noche a la mañana.

De hecho, durante el confinamiento por la crisis del coronavirus, el teletrabajo se convirtió en la vía para hacer compatible el mantenimiento de las actividades productivas con las medidas de Sanidad implementadas; una opción necesaria y novedosa para muchos trabajadores en España que debieron introducirse por primera en este modelo laboral. Las cifras demuestran la radicalidad de esta conversión: antes de la Covid-19, solo un 4,8% de los ocupados utilizaban esta fórmula virtual mientras que el mes de marzo de 2020 registró un crecimiento exponencial del 34%.

La adopción del teletrabajo no fue tan espontánea ni sencilla. En el plazo de pocos días, se debieron instrumentalizar los modelos de trabajo remoto, reformular las lógicas de interacción con clientes y empleados, implementar soluciones digitales para continuar con las rutinas laborales, adoptar procedimientos de comunicación virtuales e impulsar nuevos modos de trabajo colaborativos sin afectar la motivación y el compromiso de sus recursos. La transformación digital en las empresas ha ido mucho más allá de la tecnología, significando un cambio acelerado en la adopción, no sólo de habilidades virtuales, sino también de capacidades blandas y en la puesta en marcha de iniciativas que fuesen capaces de maximizar la flexibilidad y creatividad de su personal, para que esta crisis tenga el menor impacto posible en la propuesta de valor de cada firma.

Los retos y desafíos han sido similares, pero las estrategias implementadas han variado en función del sector y la industria, de los productos y servicios ofrecidos y, por tanto, de la forma en que cada marca crea valor. A continuación, conversamos con directivos de 5 empresas que forman parte del Patronato de Fundación CYD para conocer de qué manera han abordado su transformación digital.

La respuesta de las empresas ante la Covid-19

El impulso hacia la digitalización se ha acelerado en todo el mundo a causa de la pandemia del coronavirus, y 9 meses después de su irrupción, las empresas pueden analizar las decisiones que tomaron. Las situaciones vividas durante este periodo han servido para identificar debilidades y fortalezas y para pensar cómo ser más flexibles para adaptar los procesos, canales y modelos de trabajo de forma eficiente.

Según José Ángel Marra, Director de Recursos Humanos, Servicios Generales y Seguridad Corporativa en Iberdrola, el cambio de trabajo presencial al virtual se vivió con intensidad pero de forma natural: “Tanto la empresa como los trabajadores tuvimos que hacer un esfuerzo importante para, en un plazo de 48 horas, poder mantener la actividad diaria desde el domicilio particular. El esfuerzo fue importante y basado en la urgencia y para ello tuvimos que dotar a los trabajadores de equipos y conexiones, potenciando el uso de herramientas de comunicación”.

Coincide con ello la postura de Manuel Ausaverri, Director de Estrategia, Innovación y Sostenibilidad de Indra: “Solo habían pasado 48 horas desde la declaración del estado de alarma cuando Indra se convirtió en una empresa netamente digital. Más del 90% de su plantilla en España, que suma cerca de 30.000 personas, comenzó a trabajar en remoto. Nuestro objetivo era asegurar la más alta protección de los profesionales y facilitarles un modelo de conciliación y atención a sus familias, con toda su diversidad de casuísticas, a la par que garantizar como compañía nuestras capacidades intactas y nuestro alto nivel de servicio a los clientes”.

Para el éxito de la extensión rápida del teletrabajo fue crucial la experiencia previa de Indra, ya que, antes de la crisis por Covid-19, más de 1.000 profesionales teletrabajan y otros 4.700 recursos se habían acogido al programa de Easy Working que permite trabajar en remoto. “El Easy Working y otros pasos dados por la compañía como parte de su plan de transformación cultural para poner a los profesionales en el centro de la estrategia y hacer de Indra una compañía más ágil, innovadora, flexible y con nuevos procesos menos burocratizados facilitaron enormemente esa transición”, detalla Manuel Ausaverri. 

En relación a esta política de Easy Working, desde Pascual (empresa certificada como Familiarmente Responsable desde 2008) también cuentan con una política de “flexwork” a través de la cual las personas con ocupaciones susceptibles de poder abordarlas en remoto pueden hacerlo dentro de un marco estructurado y reglado. “La declaración del estado de alarma en marzo nos obligó a pasar a más de 700 personas de las 2.300 que conformamos Pascual a un modo de teletrabajo completo. La respuesta ha sido magnífica y todos los procesos operativos y de soporte han funcionado a la perfección con un esfuerzo muy grande en un contexto realmente complicado”, sostiene Joseba Arano Echebarria, Director de Personas, Calidad y Gestión Ética, Responsable y Excelente de Pascual.

Digitalización en Havas Group

Por su parte, Ana de Castro, Directora General Havas PR y Directora de Comunicación de Havas Group, comenta que la reflexión sobre la política de teletrabajo ya llevaba años en la mesa de los comités de dirección del Grupo Havas. No obstante, la pandemia ha servido para evidenciar que la compañía estaba preparada para teletrabajar en prácticamente el 100% de los puestos de trabajo. “En menos de 48 horas estábamos todos conectados y trabajando como si nada hubiera pasado. La palabra clave de todo esto es la ‘flexibilidad ya que, siendo la actividad presencial y el trabajo codo a codo muy necesarios, estamos facilitando la reincorporación o combinación de trabajo casa/oficina de forma muy personalizada”.

Fernando Bernad, Socio de Cuatrecasas, también reconoce que la experiencia ha sido muy positiva y que la infraestructura digital ha funcionado sin merma, permitiendo que todos los profesionales pudieran trabajar en remoto desde el primer día del confinamiento y con las mismas herramientas de las que disponían en la oficina. “La respuesta ha sido excepcional y ha dado muestras de un nivel de compromiso y entrega encomiables. La firma ha tratado de mantener un contacto directo y periódico con todos los integrantes de los diferentes equipos profesionales para conocer la situación de cada uno y habilitar la entrega de material adecuado para el teletrabajo, además de compensar con ciertos períodos vacacionales adicionales a aquellos que han tenido que sacrificar sus descansos”. 

Retos, aprendizajes y gestión de talento durante la pandemia

Una premisa asumida por las empresas es que su proceso de transformación digital no depende tanto de la infraestructura y soluciones tecnológicas con las que se cuenta, sino de la capacidad de maximizar su eficiencia y utilidad por parte del equipo humano. Sin duda, aquellas empresas que han realizado un esfuerzo por potenciar la gestión del talento y de sincronizar el conocimiento tecnológico con las capacidades humanas han incrementado sus probabilidades de superar con éxito esta crisis.

José Ángel Marra (Iberdrola) reconoce que el mantenimiento del trabajo en equipo y las nuevas fórmulas de colaboración han sido los retos más importantes: “En aquellos empleados que pudieron acogerse a la modalidad de trabajo en remoto (al ser nuestra actividad un servicio esencial cerca del 30% no pudo hacerlo), el tener el resto de la familia en casa hizo que no fuese un trabajo continuo sino con interrupciones constantes. Esta modalidad de teletrabajo ha permitido solucionar un tema de urgencia pero no podemos decir que un trabajo a distancia, alargado en el tiempo y de la forma que lo hemos vivido, sea la forma óptima”.

Fernando Bernad (Cuatrecasas) considera que los valores de compromiso, excelencia y camaradería han sido los que permitieron que la organización superase satisfactoriamente esta situación compleja. “El comportamiento de todos nos ha hecho una mejor organización y más firme en nuestra identidad y valores. El reto a futuro será encontrar los ámbitos más allá de la mera presencia en las oficinas para transmitir esos valores a un talento que demandará más conciliación, más flexibilidad y menos presencialismo”.

En concordancia, Manuel Ausaverri (Indra) sostiene que el principal reto es y ha sido el de no perder la calidad en las relaciones interpersonales, tanto con los clientes como con los equipos de trabajo y que ello ha implicado adaptar las formas de liderar al nuevo contexto. Además, la firma ha puesto a disposición de sus profesionales diversos servicios para ayudarlos en su bienestar. “Entre estos servicios, destacar la puesta a disposición de diferentes herramientas gratuitas para el cuidado de su salud o de apoyo psicológico, además de darles acceso a multitud de videos, artículos o sesiones para una alimentación saludable, para gestionar el estrés o la cuarentena en compañía de niños, para entrenar de manera gratuita desde casa o para ser conscientes de los buenos hábitos posturales”.

Desde Havas Group también se impulsaron diferentes proyectos y actividades para ayudar a sus profesionales a reducir el tecnoestrés y la hiperconexión digital. “La falta de costumbre de trabajar desde casa nos llevaba a estar 12 horas conectados y queriendo incluso dar más de lo que habitualmente hacemos en la oficina. Hemos activado proyectos de hábitos saludables y de entretenimiento como por ejemplo talleres de cocina sana, actividades de yoga en casa, gimnasia en familia o lectura de cuentos; todas actividades lideradas por empleados que voluntariamente compartían su talento con los compañeros. Esta iniciativa nos ha ayudado no solo a descubrir talentos sino a entender lo importante que es el compañerismo”, agrega Ana de Castro. 

La transformación digital de Pascual

En sintonía con este compañerismo necesario, Pascual ha reforzado los mensajes en clave de unidad, propósito, actividad esencial de la empresa y de empatía con las personas que durante estos meses debieron continuar con sus tareas presenciales en fábricas, almacenes y plataformas logísticas. “La sensación de estrés y de alta intensidad de trabajo ha estado muy presente en todos nosotros durante el confinamiento severo y en todos estos meses de epidemia. Ante esta realidad, los mecanismos que hemos activado han ido en la línea de reforzar la escucha personal, una actividad muy intensa y continuada de comunicación interna que ha sido clave durante las semanas más duras y que significó mucha cercanía por parte de toda la dirección y la cadena de mando”, admite Joseba Arano.

El caso de Pascual ha sido realmente especial ya que es proveedora de bienes esenciales y debió poner el foco en aspectos relacionados con la prevención, dotación de EPIs y activación de planes preventivos para proteger a sus recursos. “Además, al ser proveedores de la hotelería española hemos tenido una afectación en nuestros ingresos, generando la necesidad de abordar medidas de ahorro que hemos trasladado con mucha claridad, transparencia y en clave de sostenibilidad futura de la empresa. Lo importante es saber gestionar las emociones derivadas de un entorno de alta incertidumbre que nos obliga a todos a dar lo mejor cada día”, añade Joseba Arano.

Desarrollo de competencias y el protagonismo de las habilidades blandas

La pandemia ha acelerado y consolidado tendencias que ya estaban en marcha como la transformación digital en las empresas, el consumo online, la formación digital, y el teletrabajo. Todos estos hitos han puesto de relieve habilidades blandas o soft skills que son esenciales en la cultura organizacional para hacer frente al contexto: resiliencia, tolerancia, gestión de incertidumbre, cooperación a distancia, adaptabilidad, innovación, autoexigencia, inteligencia emocional, empatía, creatividad y espíritu tanto crítico como emprendedor.

En este sentido, Manuel Ausaverri reconoce que más allá de las capacidades técnicas imprescindibles en una compañía como Indra, llevan tiempo buscando personas innovadoras, proactivas, con ganas de aprender y con una visión global para desenvolverse en los entornos VUCA –volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad–. “Además de contar con formación adaptada a los diferentes perfiles y carreras profesionales, en Indra apostamos por nuevas metodologías y contenidos actualizados que nos ayudan a alinear el desarrollo de capacidades, habilidades y conocimientos de nuestros profesionales con las necesidades cambiantes y urgentes del negocio”.

Además, Indra cuenta con un campus virtual que pone a disposición de los profesionales recursos internos y externos, así como también potencia el social learning mediante una red de conocimiento compartido con múltiples recursos virtuales que ayudan a la firma a generar una cultura común. “El objetivo es que puedan sacar el máximo provecho de todas las herramientas digitales que la compañía pone a disposición y puedan seguir aprendiendo a lo largo de su vida laboral para dar la mejor respuesta a nuestros clientes”, añade Ausaverri.

La experiencia de Pascual es similar. En su caso, la pandemia ha supuesto una gran oportunidad para poner a prueba a toda la organización y ha sacado lo mejor de su cultura, reflejada en la vivencia por parte del personal de sus 5 valores: calidad, integridad, cercanía, innovación y pasión. “Las habilidades sociales ya eran determinantes en nuestros procesos de selección y de desarrollo interno de personas en Pascual y lo serán aún más en el futuro. Los entornos de alta incertidumbre y volatilidad a los que nos enfrentamos requieren del desarrollo de estas habilidades en las personas que trabajan con nosotros y serán elementos claves de diferenciación del desempeño de las personas”, argumenta Joseba Arano.

Del servicio al producto, el impacto de la transformación digital en las empresas

Tras un año marcado por la digitalización de los procesos laborales y de la virtualización en los vínculos, es innegable reconocer que también se han generado cambios en los comportamientos de los usuarios-consumidores. Esta conversión ha inducido la aceleración de la transformación digital en las empresas y en sus modelos de negocio/operativos, lo que los ha obligado a observar cómo impactan las plataformas virtuales, los hábitos digitales y las nuevas preferencias de consumo en su actividad.

Havas Group es una empresa que brinda servicios afines a las relaciones públicas, la comunicación y la publicidad y, por tanto, su máxima preocupación ha sido la de mantener su excelencia para con los clientes: “Ellos tenían mucha incertidumbre sobre lo que debían hacer y comunicar. Nuestra misión fue darles nuestro apoyo y compromiso así como asesorarlos en todos los aspectos que pudieran ser útiles en la toma de decisiones. La Covid-19 ha forzado una situación completamente anómala de un día para el otro en nuestras vidas y eso se ha reflejado en nuestra forma de trabajar. Hemos entendido que sí o sí tenemos que estar preparados para la digitalización y aunque muchas empresas lo estuviéramos, nunca habíamos pasado por una prueba de fuego como ésta”, afirma Ana de Castro.

Digitalización en Iberdrola

Actualmente, Iberdrola se encuentra en la fase de analizar qué trabajos y actividades aportan más valor siendo realizados en remoto. “Los beneficios de la digitalización son evidentes y la pandemia ha obligado a testearlos. Pero no podemos afirmar que la digitalización de los sistemas, las conexiones o las formas de trabajar puedan justificar el trabajo en remoto de todos los empleados. La pandemia ha manifestado de forma abrupta la necesidad de la tecnología y de inversiones masivas en una nueva economía, empezando por nuevas formas de energía más sostenibles que se convierten en una oportunidad enorme para nuestro país. En nuestra empresa hemos adelantado pedidos a proveedores de tamaño variado con el objetivo de mantener la inversión y la actividad. Creemos que es la única forma de salir fortalecidos como país de esta situación tan dura”, confirma José Ángel Marra.

La experiencia de Pascual es inherentemente característica dado que la marca es fabricante de productos alimenticios que se comercializan y consumen de manera masiva y con alta demanda. “Nosotros no somos una empresa nativa digital y seguimos operando en el mundo físico, facilitando productos de alimentación a nuestros consumidores y clientes. Sin embargo, las oportunidades que nos ofrece la digitalización son enormes: trazabilidad, ebusiness, big y small data, automatización de procesos de soporte e industria 4.0”, subraya Joseba Arano.

Durante estos 9 meses de pandemia, Indra ha desarrollado productos tecnológicos y digitales para dar respuesta a los nuevos retos en materia de salud, seguridad y movilidad, además de adaptar sus soluciones ya existentes al contexto actual. “Mencionar soluciones como la App C19-Pass, que permitió volver a trabajar en las oficinas de forma rápida, segura y sencilla; o soluciones de Industria 4.0 destinadas al turismo para que las empresas pudieran responder a los retos planteados por la pandemia; hasta la aplicación Radar Covid, desarrollada para el gobierno español para rastrear contactos; pasando por sistemas de control de temperatura para aeropuertos, control de aforos, pago con tarjeta bancaria para el transporte o retirada de efectivo en cajeros sin necesidad de tocarlos”, ejemplifica Manuel Ausaverri.

Transformación digital en las empresas: Cuatrecasas

Desde Cuatrecasas sostienen que la excelencia profesional es y seguirá siendo una exigencia irrenunciable como característica esencial de la marca y que todavía no han aprovechado todas las potencialidades de la digitalización. “Necesitamos digerir lo sucedido para pensar en políticas a largo plazo sobre todo en materia de recursos humanos. Tenemos claro que esta experiencia hará que nada vuelva a ser igual en muchas dimensiones de nuestro negocio y en el de nuestros clientes. Creemos que la forma de relacionarnos con ellos se transformará para incorporar en mayor medida la digitalización; por tanto, los encuentros presenciales deberán transmitir mucho más valor añadido en su propósito a la par que necesitaremos incrementar la relación digital entre las partes”, apuesta Fernando Bernad.

Transformación digital en las empresas: El cambio que llegó para quedarse

Nunca es fácil adaptarse a los cambios de paradigma, y esta situación no es una excepción. Al superar temores instalados desde hace tiempo, muchas empresas se volcaron al modelo de negocio online en sintonía con la economía 4.0 como salvoconducto para asegurar la supervivencia de sus organizaciones y las fuentes de trabajo. La llegada de la pandemia impuso el teletrabajo y dejó casi sin efecto la discusión sobre si la digitalización crearía o destruiría empleos. Ahora, el debate es si apostar por una profunda y radical transformación digital en las empresas o sólo por una adaptación que sirva como enmienda. 

Desde Iberdrola consideran que esta pandemia ha puesto de manifiesto de forma abrupta la necesidad de la tecnología, la digitalización y de contar con equipos con habilidades no sólo técnicas sino también sociales para adaptarse con eficiencia a este entorno cambiante. Sin embargo, no consideran que sea un fenómeno nuevo: “Apostamos por la transformación digital y desde luego no creemos que sea temporal. Tampoco creemos que sea una cosa nueva, sino que esta transformación ya estaba en marcha hace años y las empresas que no lo habían tenido en cuenta se han encontrado ahora con el problema. El cambio llegó para quedarse, pero no como lo hemos hecho estos meses”, garantiza José Ángel Marra. 

En Pascual trabajan para dar lo mejor para el futuro de la alimentación y consideran, con toda seguridad, que en el futuro lo digital tendrá una presencia fundamental. “Como industria agroalimentaria no podemos perder los básicos que nos diferencian y que tienen que ver con una cadena de valor física de alta calidad que cuida el producto desde su origen hasta que llega a la mesa del consumidor, pero lo digital abrirá nuevas oportunidades que nos permitirán reforzar y mejorar nuestra propuesta de valor, sobre todo permitiendo interactuar de forma más completa con nuestros consumidores y clientes”, reflexiona Joseba Arano.

En correlación, Cuatrecasas defiende la presencialidad de su oficio aunque reconocen que coexistirá el contacto físico con el virtual en los vínculos con los clientes y recursos: “La presencialidad es deseable porque la abogacía es un oficio y al igual que la orfebrería, se aprende en el taller. Consideramos que lo presencial es perfectamente compatible con la flexibilidad que permite la digitalización. Ambos modelos coexitirán en una combinación esencialmente práctica porque en una empresa de servicios el objetivo último debe ser acceder, formar y posicionar al mejor talento posible y ese talento, a nuestro modo de ver, seguirá demandando un modelo dual”, proyecta Fernando Bernad.

Ana de Castro también defiende el valor inherente e irremplazable de los lazos presenciales así como la importancia de las relaciones laborales cara a cara en las oficinas de Havas: “La transformación digital nunca acabará, la tecnología avanza, las posibilidades crecen, hay que estar continuamente aprendiendo y aprovechando las oportunidades que nos brinda. Ahora bien, las relaciones personales y laborales se valoran más que nunca. Necesitamos compartir, trabajar en equipo, discutir, sentir y volver a nuestros Havas Villages para mantener la cultura de la empresa que tan diferente hace unas empresas de otras. La tecnología y la transformación digital son imparables y debemos aprovecharlas. Debemos abrazar los cambios con positividad y buscar las oportunidades que dichos cambios nos ofrecen”.

Transformación digital en las empresas: Indra

Antes de la crisis de la Covid-19, Indra ya estaba inmersa en un proceso de transformación cultural para dotarse de las habilidades necesarias para el nuevo entorno digital. Al igual que sostienen en Iberdrola, para esta firma el cambio llegó para quedarse: “Ya sabíamos que la transformación digital en las empresas y de la economía era imparable y que avanzaba a un ritmo vertiginoso. La Covid-19 lo que ha hecho es acelerar esa tendencia. Aunque cuando esta pandemia pase se pueda equilibrar la relación entre el mundo físico y el digital, estamos seguros de que la digitalización será irreversible y que las empresas que quieran sobrevivir y ser sostenibles tendrán que apostar por ella”, concluye Manuel Ausaverri.

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