Marta Martínez: “Promover una mayor incorporación de mujeres al mundo tecnológico es prioridad clave”

Marta Martínez, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Que existen problemas estructurales respecto a la representatividad que las mujeres tienen en la ciencia es una evidencia que los datos no dejan de reflejar y actualizar. Para intentar contrarrestar este desfase entre el acceso y el ascenso que hombres y mujeres tienen en el campo científico es que, desde el 2015, las Naciones Unidas celebran el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Con una visibilidad cada vez más creciente desde hace 5 años, este día se enmarca en la lucha por lograr el acceso y la participación plena de las mujeres y niñas en la ciencia. “La brecha de género en sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) persiste en todo el mundo”, señala el comunicado de la ONU, el mismo que resalta que las mujeres aún no están representadas y que la diferencia comienza en la escuela primaria, ensanchándose a medida en que se adquieren mayores conocimientos.

El mundo digital y tecnológico no dista mucho de ello. Según los datos que publicamos en el Informe CYD 2018, las mujeres son mayoría en las universidades pero en áreas específicas las cifras cambian. El porcentaje femenino en STEM ha caído, descenso que se observa en ciencias, matemáticas y estadística, ingeniería, informática y tecnologías de la información y comunicación. Por lo que se refiere a la brecha laboral, el indicador que relaciona los conocimientos de alta cualificación con mejores perspectivas futuras de empleo es muy superior para hombres que mujeres.

En España (e incluso en toda Europa), la presencia de la mujer en las tecnologías de la información es claramente insuficiente. Un ejemplo de que sí es posible fomentar la igualdad de género en el ámbito científico-tecnológico es Marta Martínez, Presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel desde enero de 2013 y que durante su carrera directiva ha tenido la capacidad de liderar con una visión más participativa y equitativa.

Es una de las CEO más destacadas de las compañías tecnológicas, y desde su puesto recalca el compromiso que tienen por remunerar igual a hombres y mujeres, animando a las niñas a apostar por carreras STEM: “Tenemos las mismas capacidades. Sólo hay que entender que las STEM y la tecnología no son fórmulas y algoritmos, sino que cambian la vida de las personas. Y que podrán tener una vida profesional interesante, con impacto”.

Marta Martínez es Licenciada en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid y PADE (Programa de Alta Dirección de Empresas) por el IESE. Ha estado vinculada a IBM desde 2003, inicialmente como ejecutiva del sector de comunicaciones y luego asignada a la sede central en Estados Unidos como vicepresidenta de ventas de servicios de infraestructuras. Además, forma parte del Patronato de Fundación CYD en la que promovemos la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España.

El último Informe PISA no es alentador para las futuras generaciones de España. La prueba de la OCDE que mide las competencias de los alumnos en ciencias, matemáticas y comprensión lectora muestran los peores resultados. ¿Qué está sucediendo en nuestro país en relación a estas asignaturas?

Es evidente que nuestro sistema educativo necesita ser mejorado. Lo es desde hace tiempo y esa necesidad se hace aún más relevante en un momento de cambio tan importante como el que vivimos. No solo es PISA, sino también datos como el alto porcentaje de abandono escolar que sufre nuestro país. Y no es un tema de ahora, porque los cambios en un modelo educativo no generan resultados significativos, ni para bien ni para mal, de un día para otro. Es uno de los grandes retos pendientes que arrastramos como país y creo, además, que hay un consenso en que es uno de los más importantes, pero no estamos siendo capaces de avanzar con la claridad e intensidad necesarias. 

Las niñas se creen menos capaces que los niños a la hora de alcanzar objetivos que requieren habilidades científicas. Esta falta de confianza ha sido relacionada no solo con el rendimiento, sino también con su orientación profesional y su elección de cursos. ¿Cómo es posible estimular la vocación?

Creo que hay dos aspectos fundamentales y muy relacionados. Por un lado, luchar contra los estereotipos que puedan alejar a las estudiantes de un acercamiento más abierto y natural al mundo de la ciencia y la tecnología. Por otra parte, asegurar que el acercamiento se produce en las etapas más tempranas del proceso formativo.

Tenemos que asegurarnos de que las niñas se acercan a la ciencia y a la tecnología de manera plena, como algo propio, para que las vocaciones potenciales se activen. Hay que asegurar que las jóvenes decidan su futuro profesional con una mirada completamente abierta y conociendo todas las posibilidades, para que, elijan lo que elijan, su decisión haya sido plena, sin apriorismos.

En tu caso, ¿por qué elegiste estudiar Ciencias Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid? ¿De pequeña ya te interesaba esta ciencia que estudia las relaciones entre números y figuras geométricas?

Fue algo natural. Era el mundo que más me atraía y no hice otra cosa que ser fiel a mis intereses. Creo que en la vida es fundamental hacer lo que te gusta y lo que te mueve, porque a partir de ahí, cualquier cosa es mucho más fácil y todo tendrá más sentido.

En temas de género, se reconoce que faltan ejemplos y de modelos femeninos a seguir. ¿Quién te inspiró a elegir tu camino profesional? ¿Tus “role models” han sido mujeres u hombres? ¿Del campo científico u otro?

Aunque no resto valor a la importancia de que haya grandes referentes que puedan inspirar y ayudar a romper barreras, creo que los referentes más valiosos son los más cercanos, con los que te puedes mirar a los ojos y aprender no de lo que dicen, sino de lo que hacen cotidianamente. En ese sentido, he tenido y continúo teniendo referentes diversos, personas y profesionales que ayudan a entender mejor el mundo y a enriquecer los puntos de vista.

Pese a que las mujeres han ido ganando espacio en la ciencia, su presencia en cargos de influencia y de decisión sigue siendo marginal. ¿Hace falta más discriminación positiva a favor de la mujer y complicidad de los hombres? ¿Crees que podremos competir en igualdad de méritos?

Estoy convencida de que vamos a competir en igualdad de méritos en todos los ámbitos y que de hecho, en muchos casos, eso ya ocurre. Queda, por supuesto, mucho por hacer, pero sería muy injusto no reconocer cuánto hemos avanzado en materia de igualdad con respecto a generaciones anteriores. El principal déficit está en la manifiesta menor presencia de la mujer en posiciones de responsabilidad

Y sí, creo que hace falta más implicación de los hombres. Cuando se analizar la carrera profesional de mujeres y hombres dentro de una empresa suele verse una evolución muy parecida en los primeros años y que las distancias suelen aparecer coincidiendo con la maternidad, cuando la mujer, más allá del hecho biológico, suele asumir una mayor responsabilidad (energía, dedicación y tiempo) al cuidado de los hijos.

La sociedad, las instituciones, las empresas tenemos que ayudar a que ninguna mujer encuentre en la maternidad un obstáculo a su carrera y que llega tan lejos como su capacidad y su esfuerzo le lleven, pero también hay que ganar ese espacio en la vida privada.

¿Qué está haciendo IBM para promover el rol de la mujer en la ciencia?

Participamos en múltiples iniciativas y programas dirigidos a promover ese rol. Son iniciativas que van dirigidas a acercar el mundo de la ciencia y la tecnología a etapas formativas cada vez más tempranas. Participamos, por ejemplo, en la sección española de una iniciativa llamada Technovation, dirigida a acercar el mundo de la tecnología a niñas y jóvenes a partir de 10 años y que llega a más de 20.000 mujeres en todo el mundo. Estamos convencidos de que en un futuro cada vez más definido por la tecnología, el reto de la educación es esencial. IBM dedica al año cerca de 400 millones de dólares a programas de alcance social. Pues bien, cerca del 90% de esos recursos los estamos dedicando al ámbito de la educación, dirigidos a ayudar a fomentar las competencias y conocimientos tecnológico entre estudiantes. En todos esos programas, promover una mayor incorporación de mujeres al mundo tecnológico es una prioridad clave

Tu carrera profesional ha estado vinculada a IBM desde 2003, con ascensos, cambios de dirección geográfica hasta llegar a ser la máxima responsable en España, Portugal, Grecia e Israel. ¿Cómo ha sido este camino? 

Ha sido, desde luego, intenso. No creo que haya ninguna carrera profesional sólida que no haya requerido esfuerzo y tesón, resistencia y determinación. Una empresa como IBM, con su variedad de áreas y su dimensión global, te ofrece posibilidades para desarrollar una carrera no solo de largo recorrido, sino de trayectorias y perfiles muy diversos.

Mirando hacia atrás -y hacia adelante-, para mí la clave de la progresión está en tu disposición a buscar nuevos retos, a aceptar esa sensación de inquietud que te produce cada cambio porque ahí es donde están las oportunidades para crecer profesional y personalmente.

Respecto a tu vida personal, estás casada y tienes 3 hijos. Te gusta leer, disfrutar de reuniones con amigos y hacer viajes en familia. ¿Cómo haces para congeniar la vida privada con las obligaciones laborales?

Me temo que no hay secretos ni fórmulas mágicas. El punto esencial es asumir que no puedes tenerlo todo, que hay que hacer renuncias, tanto en tu vida profesional como en tu vida personal. A partir de ahí, se trata de integrar ambos mundos del modo más natural y razonable posible. Habrá momentos en los que el ámbito profesional te va a exigir una atención plena, pero también hay que saber cuidar y cultivar tus espacios personales. Los dos ámbitos se necesitan, son vasos comunicantes, y los momentos de dificultad o de disfrute en el trabajo se van a proyectar en tu vida personal y viceversa.

Google, Microsoft, IBM y HP son empresas tecnológicas que en España están lideradas por mujeres. ¿Es casualidad que se de este liderazgo cuando no es un estándar mundial? ¿Debería valorarse con naturalidad esta diversidad?

Creo que, efectivamente, lo más importante de todo es que deje de llamar la atención. Es evidente la alta presencia de mujeres en empresas tecnológicas de nuestro país y aunque no creo que sea mera casualidad, tampoco creo que haya una explicación “científica” o que sea consecuencia de un proceso específico, salvo en un punto muy concreto: la convicción con la que las empresas tecnológicas en general creemos en el valor de la diversidad y de la inclusión.

Mucho se habla de las profesiones que van a desaparecer con el avance de la tecnología. ¿Tienes una visión optimista o temeraria al respecto? ¿Reemplazará la tecnología a las personas? 

En estos temas conviene ser, sobre todo, realista. En IBM creemos que tecnologías como la inteligencia artificial van a generar transformaciones, en mayor o menor medida, en prácticamente el 100% de los ámbitos profesionales, pero no para sustituirnos, sino para complementarnos. No hay que preocuparse, hay que ocuparse y prepararse. Para IBM, una definición más precisa de la IA sería “inteligencia aumentada”, la nuestra, la del ser humano

Has dicho que las empresas van a convertirse en “empresas cognitivas”: una arquitectura de negocio basada en las capacidades tecnológicas para aprovechar los datos. Aún así, la inteligencia artificial seguirá necesitando del talento, la precisión, la agilidad y la creatividad humana, ¿cierto?

Completamente. La clave de una empresa cognitiva no está en su despliegue tecnológico, sino en el talento y creatividad de sus profesionales para generar más innovación y eficacia a partir del nuevo conocimiento y de las capacidades que la inteligencia artificial va a aportarles.

Históricamente, lo que la tecnología ha hecho es ayudarnos a hacer más y mejores cosas, a proyectar más lejos nuestra creatividad y a que el espacio entre lo que imaginamos y lo que podemos llegar a hacer sea cada vez más pequeño. Esta nueva era tecnológica se pone al servicio de nuestra inteligencia, no de las máquinas. 

Según el Servicio de Empleo, en 2019 se contrató un 54% de perfiles de formación profesional más que universitarios. ¿Qué perfiles busca actualmente una empresa como IBM y qué debe hacer la educación superior para mejorar la empleabilidad de los jóvenes?

Los perfiles más demandados tiene relación con ámbitos tecnológicos que son ahora mismo clave para nuestros clientes como son cloud computing, seguridad, analítica de datos, inteligencia artificial. Hay toda una serie de nuevas tecnologías emergentes que están definiendo un nuevo modelo tecnológico y esas son las áreas profesionales más relevantes ahora mismo.

Creo que la principal competencia a desarrollar es la capacidad de adaptación y de aprendizaje continuo porque todo está en constante y acelerado cambio y tienes que ser capaz de seguir esa evolución y ese desafío por la renovación permanente.

Tu afán es conseguir que tus hechos impacten en los demás positivamente. ¿Cuáles son tus máximas ambiciones como persona y profesional?

Creo en los propósitos. IBM es una empresa que en sus más de cien años de existencia ha sido capaz de evolucionar de manera portentosa, pero guiada siempre por un propósito muy claro: aportar progreso a los clientes y a la sociedad, ayudar a que el mundo pueda avanzar y funcionar un poco mejor mediante buenas ideas hechas realidad. Personalmente, me identifico mucho con esa importancia de que lo que hagas sea relevante, que sirva al propósito de contribuir a que el mundo sea un mundo más razonable y acogedor.

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