En la generación de I+D nuestra relación con la universidad es un referente

Manuel Cermerón es el director general de Agbar y de Veolia España, compañías referentes en la gestión de los recursos naturales y en la transformación ecológica, y patrono de la Fundación CYD. Con más de 30 años de experiencia en un ámbito clave para el desarrollo sostenible y el futuro del planeta, Manuel comparte los retos del sector, su relación con la universidad y qué oportunidades brinda a los nuevos profesionales.

Dirige una compañía referente mundial en la gestión optimizada del agua, los residuos y la energía. ¿Cuáles son los retos medioambientales de una actividad tan vinculada al entorno natural?

La descarbonización y el uso eficiente y responsable de los diferentes recursos, como el agua y la energía, son los principales retos del sector y se deben aterrizar en función del territorio. Los eventos extremos del clima afectan de manera diferente atendiendo a la zona geográfica: no es lo mismo el sur de Europa, una zona con estrés hídrico donde el agua es un problema, como se está demostrando con la sequía en Cataluña o en la Costa del Sol en Andalucía, que el norte de Europa. A nivel general, el reto que tenemos como sociedad es la adaptación y mitigación del cambio climático, y ese desafío hay que adaptarlo y ajustarlo al espacio geográfico en el que habitamos porque las necesidades son diferentes. 

“El reto que tenemos como sociedad es la adaptación y mitigación del cambio climático y ese desafío hay que adaptarlo y ajustarlo al espacio geográfico en el que habitamos porque las necesidades son diferentes”. 

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

¿Qué formación universitaria es la más demandada para trabajar en el ámbito de la gestión de los recursos naturales?

La actividad del grupo Veolia está muy vinculada al medio ambiente: gestionamos activos como plantas potabilizadoras, depuradoras, desaladoras, ciclos de energía o calderas de biomasa, entre otros, que requieren un gran conocimiento técnico. Por ello, las formaciones más vinculadas con las STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son las que tienen un recorrido mayor. Ahora bien, en un mundo cada vez más complejo no es suficiente con esas capacidades técnicas, hay que complementar esa formación técnica con las capacidades humanísticas y artísticas; eso confiere perfil de 360o, que es el ideal para acometer los proyectos en los que estamos envueltos. Además, es muy importante la capacidad de aprendizaje, de adaptarse al contexto e incorporar nuevas tecnologías. El mundo se mueve muy rápido: la generación de conocimiento va a un ritmo nunca visto anteriormente y hemos de ser capaces de aprender y desaprender, saber hacer cosas nuevas y dejar atrás cosas que hacíamos antes y que han quedado superadas por nuevas aproximaciones.

“La generación de conocimiento va a un ritmo nunca visto anteriormente y hemos de ser capaces de aprender y desaprender, saber hacer cosas nuevas y dejar atrás cosas que hacíamos antes y que han quedado superadas por nuevas aproximaciones”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

¿Cree que la oferta formativa de la universidad responde bien a esas necesidades de perfiles técnicos con capacidades más humanísticas y artísticas?

Tenemos que estar revisitando los currículos de manera sistemática, revisar qué materias deben ser troncales en la formación e intensificar de manera clara la capacidad de aprender y desaprender: para mí es el elemento esencial en el que la universidad debe hacer más énfasis, aún más del que está haciendo actualmente. Después, la vida profesional te lleva a incorporar nuevo conocimiento y desprenderte del antiguo, y a tener esa flexibilidad y plasticidad en tu mente para avanzar en el desarrollo y no quedarte atrás en el avance de la ola tecnológica y de los métodos de gestión que se deben incorporar para tener éxito en el mundo actual.

“La universidad ha de intensificar de manera clara la capacidad de aprender y desaprender: para mí es el elemento esencial en el que debe hacer más énfasis, aún más del que está haciendo actualmente”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

¿Cuáles son los ámbitos en los que hay más demanda de profesionales en su compañía?

Los tres ámbitos en los que requiere a más profesionales son el uso responsable y eficiente del recurso para conseguir la eficiencia energética y garantizar la gestión óptima del agua, la descarbonización, en la que se configuran proyectos para eliminar emisiones, y la economía circular, que requiere de una mirada amplia en el territorio en el que se va a desarrollar el proyecto: lo que para un ámbito es un residuo, en otro puede ser considerado una materia prima.  Y de forma transversal está la digitalización, en nuestro caso donde tiene más recorrido es en su aplicación al mundo físico: cómo hacemos ese híbrido entre lo digital y lo físico. Por ejemplo, utilizamos la digitalización para predecir cuándo van a fallar bombas que dan agua a grandes redes de distribución. Desde los años 90, la industria del agua está vinculada al Internet de las cosas, lo que ha permitido tener muchos datos que llevamos décadas analizando. Gracias a ese histórico, tenemos predicciones fiables de cuando una bomba puede llegar a fallar.

“El uso responsable y eficiente del recurso, la descarbonización y la economía circular son los ámbitos donde la compañía requiere a más profesionales, y en todos ellos está presente la digitalización”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

¿Qué retos cree que supone la inteligencia artificial en el sector de la gestión de recursos naturales? ¿En qué medida puede ayudar a mejorar la sostenibilidad?

Me gustaría diferenciar dos aspectos: cómo la inteligencia artificial ayuda a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ese marco que a nivel planetario hemos establecido para conseguir un planeta más sostenible, y sobre el uso de recursos que requiere la IA. En el primer aspecto, no hay duda de que la IA está ayudando a que progrese el 75% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y es evidente que con sus modelos predictivos contribuye a una gestión más eficiente de recursos naturales. En Agbar, por ejemplo, nos ayuda a reducir pérdidas en redes de distribución y a hacer un uso más eficiente en la distribución y tratamiento del agua.

Respecto a la IA y el uso de los recursos naturales: los centros de datos necesitan agua para refrigerar, y algunos estudios estiman que sólo para hacer funcionar centros de datos en Europa se requiere una cantidad de agua equivalente al consumo de agua de 20 millones de personas en un año. Además, estos centros de datos también usan energía, y en ese caso hay que contemplar que ésta sea libre de emisiones de CO2. A las organizaciones también nos preocupa la gestión de recursos, y nosotros ayudamos a nuestros clientes a hacer compatible el desarrollo y progreso con la sostenibilidad del planeta.

La IA es una oportunidad y un reto para los objetivos de desarrollo sostenible, además hay que vigilar posibles efectos colaterales como la inequidad, es decir, que aumente la brecha entre países y ciudadanos con acceso desigual a esas tecnologías.

“La IA contribuye a avanzar en las metas de ODS, pero puede suponer un reto por el uso de recursos naturales que requieren los centros de datos y por los posibles efectos colaterales, como la brecha entre países y ciudadanos con acceso desigual a esas tecnologías”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España
1: Gone with the clouds: Estimating the electricity and water footprint of digital data services in Europe de Javier Farfan, Alena Lohrmann

Veolia España es una compañía que apuesta por la innovación, con más de 2.100 patentes registradas y 5 departamentos especializados. ¿Cuál es la colaboración en I+D con las universidades?

En la generación de I+D nuestra relación con la universidad es un referente: tenemos una red de centros tecnológicos bajo un modelo de colaboración público-privada, y uno de los socios fundadores es CETAQUA, un centro tecnológico que aborda el concepto del agua de una manera holística, desde el vector técnico, social y económico. Nació en 2006 en Barcelona con Aguas de Barcelona, la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un modelo que se replica en Galicia con la Universidad de Santiago de Compostela, con el CSIC y con Viaqua, en Málaga, con la Universidad de Málaga, el CSIC y con Hidralia, y también en Chile.

Llevamos décadas trabajando con la universidad en un contexto de colaboración público- privada que está funcionando muy bien: indicadores como las tasas de éxito en convocatorias europeas dan clara muestra de que son centros competitivos que generan conocimiento trasferido al sector, especialmente a las operadoras.

Además, a través de la Escuela del Agua, generamos conocimiento con programas conjuntos de formación con la UPC, la Universitat Pompeu Fabra y también con la FP Dual; generando oportunidades de mejora y desarrollo en diferentes etapas formativas.

“Nos avalan más de 20 años de colaboración con las universidades a través de nuestro centro tecnológico Cetaqua”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

Una de las situaciones que se suelen repetir en los últimos años, según las conclusiones del Informe CYD, es que las universidades no son el socio preferente para las empresas en I+D. ¿Cree que se debe reforzar la colaboración entre universidad y empresa?

Uno de los aspectos que ha hecho que funcione nuestra relación con la universidad ha sido entender que el centro tecnológico en ningún caso iba a competir en la generación de conocimiento de base. En Agbar hemos entendido que no vamos a estar en el laboratorio, eso es función de la universidad: lo que buscamos es la aplicabilidad de ese conocimiento generado para el desarrollo de un producto o solución de valor. Dividir de manera ordenada la cadena de valor y entender la aportación de cada uno de los actores ha sido el diferencial que nos ha permitido tener una relación fructífera con la universidad.

¿En qué puede mejorar la universidad? En agilidad y flexibilidad: nos cuesta cerrar los acuerdos de propiedad intelectual, desde que se decide arrancar un proyecto hasta que se pone en marcha. El método científico ayuda a que proyectos avancen de forma sistemática, pero hay que vigilar las derivas, hay momentos en que el desarrollo de un proyecto no tiene intereses convergentes para los diferentes actores: a la universidad le interesa explorar una vía y a la empresa otra porque ve que hay una necesidad real del mercado. Ambas pretensiones son lícitas y lo que hay que hacer es configurar los contextos para que se puedan dar ambas. Es necesaria una mayor celeridad, entiendo las precauciones, pero en ocasiones es necesario atreverse.

“Es necesaria una mayor agilidad y flexibilidad de la universidad en la puesta en marcha de colaboraciones en I+D con la empresa, y configurar contextos para que los proyectos puedan responder a los objetivos de ambas”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

Desde su paso por la universidad hasta la actualidad, en la que dirige una compañíamultinacional, han pasado casi 30 años. ¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando se graduó en la universidad y le gustaría compartir hoy con los universitarios que se incorporen al mundo laboral?

Hace 3 décadas que salí de la universidad y la realidad física sigue siendo la misma: 24 horas para que la Tierra dé la vuelta y 365 días para que el planeta dé la vuelta alrededor del Sol. Pero lo que pasa sobre la superficie hoy va muy rápido, lo que genera que tengamos mucha prisa por pasar al siguiente nivel. Mi recomendación a los jóvenes siempre es la misma: consolidemos la experiencia y el conocimiento de la fase actual antes de pasar al siguiente nivel. La carrera profesional es una maratón y no se corre al sprint, sino a buen ritmo y siendo muy consciente del momento vital en el que estás. Hay que consolidar cada uno de los pasos porque es la mejor garantía de que vas a seguir corriendo el siguiente kilómetro. 

Cada persona es un mundo, es importante ser honesto con uno mismo y tener autoconocimiento: saber qué fortalezas y qué debilidades tienes para rodearte del talento que permita mitigar tus debilidades y hacer al conjunto más fuerte.  No hay que tener prisa y ser muy honesto con uno mismo, saber quiénes somos y qué queremos.

“Hoy todo va muy rápido y tenemos mucha prisa, mi recomendación a los jóvenes es que consoliden la experiencia y conocimiento de la fase actual antes de pasar al siguiente nivel. La carrera profesional es una maratón que se corre a buen ritmo”.

Manuel Cermerón, CEO de Agbar y de Veolia España

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