En el último curso de universidad se percibe cierta inquietud y grado de incertidumbre entre todos los compañeros. Muchos de nosotros compartimos un sentimiento común. Un cierto miedo a lo que vendrá. En definitiva, miedo a lo desconocido. En mi opinión, este programa de mentoría ayuda a los estudiantes a reducir esta sensación.
Cuando llegas a conocer a tu mentor, te das cuenta que también es una persona que ha trazado su camino y que hubo un momento en que se encontraba en la misma situación que tú. Lo encontré muy cercano y, rápidamente, comprendió qué estaba buscando, cuáles eran mis dudas e inquietudes, y adaptó sus consejos a mi caso en particular. No solo he encontrado a alguien que me asesore en cosas típicas sino un apoyo a quien contar mis inquietudes.
Hablar con mi mentor me ha ayudado a tener claro cuál era el siguiente paso. La parte todavía más positiva es que aunque se haya acabado el programa, podré contar con él si tengo alguna duda profesional en un futuro.
Lucia Esquerdo
