El programa Mentores de la Fundación CYD debería ser algo que todo alumno universitario debería experimentar y considero que las universidades deberían trabajar más para ofrecer a los alumnos este tipo de programas de desarrollo personal y profesional. Estoy profundamente agradecido a la Fundación CYD y a mi mentor Manuel Ausaverri por esta experiencia.
Cuando empecé el programa me encontraba en un momento de profunda desmotivación con mis estudios y no tenía muy claro hacia dónde quería enfocar mi futuro profesional. Gracias a Manuel y a su nivel de profesionalidad y experiencia empezamos a reflexionar sobre mi perfil, mis gustos, mis habilidades y debilidades y en un proceso de autoconocimiento y reflexión he podido saber hacia dónde quiero orientarme y he conseguido generar ilusión por las metas que me he marcado en mi futuro. Encantado de haber sido mentee, espero algún día poder ser mentor.
Alejandro Martín
